Pero el uso diario pone de relieve los problemas que los ciclistas se enfrentan para aparcar la bicicleta, dada la falta protección contra el robo, el ciclista es a menudo impotente. La accesibilidad a los aparcamientos seguros pueden contribuir a que sea más atractivo el uso de la bicicleta como medio de transporte público, resultando ser el más rápido en trayectos urbanos de corta distancia.
Bigloo y Biceberg nos dan respuesta a esta solicitud de la falta de protección contra el robo ofreciéndonos un aparcamiento automático para bicicletas.
Bigloo (forma de iglú) por su sistema de rotación, es capaz de recoger o
devolver una bicicleta a su propietario en menos de 10 segundos con una
tarjeta personal, permiten también salvaguardar accesorios tales como el casco o bolsa de viaje.
Biceberg (forma de iceberg) es un parking subterráneo que mediante una plataforma en forma de cuña depositas tu bici y ésta la almacena de forma automatizada, este puede contener desde 23 hasta 92 bicicletas.
